jueves, 5 de junio de 2014

Decepción.




Llevo varias semanas con intención de escribir en el blog debido a una serie de acontecimientos que ocurrieron, pero por falta de tiempo, por dejadez, o quizás por ambas cosas, no lo hice. Pero después de lo ocurrido recientemente, ya no puedo dilatarlo más.
Comencemos desde el principio. El día 26 de Febrero, recibí una llamada en la que me comunicaban que me habían dejado en mi casa un cernícalo metido en una caja. Mi sorpresa no pudo ser mayor, ya que la llamada procedía de un agente. Realicé las oportunas gestiones (que quizás no me correspondían a mí), contactando con el CREA (Centro de Recuperación de Especies Amenazadas) de “Los Villares”, en Córdoba. El principal problema al que se enfrenta este centro es que, debido a los numerosos recortes, les han quitado el coche que tenían destinado a recogidas de la fauna herida, pasando esta labor a ser competencia de los Agentes de Medio Ambiente (o los forestales, como casi todo el mundo los conocemos). Y estos Agentes NO recogen muchas especies. Y hago esta afirmación porque sé de casos en los que, a mí personalmente, y a otras personas, en varias ocasiones, no les han recogido la fauna herida.

Después de mi enfado inicial, salgo del trabajo y llego a mi casa. Efectivamente, en el techo de mi coche hay una caja. Cojo la caja y noto que la rapaz está muy nerviosa, y que empieza a piar nada más abrir la caja. Sospecho, por su comportamiento, que ha sido mantenido en cautividad. Lo cojo, y efectivamente, mis sospechas se confirman. Es un cernícalo primilla (Falco naumanni), que debido a la época del año, sólo podía haberse quedado porque alguien lo retuviera. Sigo la pista del animal para saber su procedencia, y la pista me lleva a unos vecinos míos, que lo habían entregado a los agentes, que pasó por varias manos, hasta finalmente llegó nuevamente al barrio donde lo habían encontrado.


Al hablar con mi vecino me dice que apareció en el patio de su casa. Y me comenta que su vecino cría pájaros. Ya está, voilá!! como diría un francés. El vecino cogió un pollo de primilla (los primillas anidan en cascos urbanos, por lo general, por lo que es fácil saquear sus nidos), y lo crió hasta que se le escapó.
Finalmente consigo que recojan al animal, y el responsable del centro de recuperación (desde aquí un saludo Miguel, eres de las pocas personas que aún amas tu profesión a pesar de las miles de dificultades y adversidades que seguimos y seguiremos pasando, o penando) me comenta que lo enviarán a una colonia de cría en Málaga. Allí se quedará como reproductor. Este animal ha sido afortunado. Un animal en esas condiciones no puede ser devuelto a su medio natural, pero al menos tendrá una función entre los de su especie.

Al cabo de pocas semanas, concretamente, el día 12 de Marzo nos comunican a través del correo de la Asociación Guadamatilla que una cigüeña común (Ciconia ciconia) se encuentra muerta en el Camino de Los Molinos de la Loma (el camino que sale del campo de golf). Allí, en una cuneta, a unos 300 metros del campo de golf, yacía.


Nada más llegar, compruebo que se encuentra próxima a un tendido eléctrico, lo que me hace sospechar que puede ser un caso de electrocución. Pero tras examinarla detenidamente, no veo indicios de ello. No hay herida de entrada ni salida de la corriente, ni nada que me indique electrocución. Entonces comento con mi padre la otra posibilidad que barajamos. Por eso zona, años atrás, se han llevado a cabo fuertes campañas de desratización y control de topillos. Muchos milanos, urracas, y otros carroñeros murieron como consecuencia de tan malas y desastrosas prácticas.


Damos el aviso nuevamente a los agentes y nos comentan que irán a verla.
Al día siguiente me llama un agente y me dice que le explique el lugar donde se encontraba la cigüeña, aunque me comenta que no va ser posible su recogida, ya que al ser una especia tan común no pueden invertir ni tiempo ni dinero en la misma. Le insisto en las campañas que se llevaban a cabo, y que puede que aún se realicen, a ver si de esa manera consigo que la recojan. Mi intento queda en vano.
 
Ya para culminar mi decepción con ciertas entidades públicas, sólo tuve que recibir un mensaje de texto el pasado día 17 de Mayo. En él me comunican que poseen un pequeño zorro que se encontraron en una cuneta en la carretera entre El Viso y Santa Eufemia. Sigo el mismo procedimiento de siempre. Contacto con el CREA, pero Miguel se lamenta al transmitirme que no puede recogerlo. Yo ya lo sabía, pero había que intentarlo. Las especies cinegéticas no tienen cabida en el centro. Alguien realizó en su día una lista en la que incluyó a ciertas especies que llamó cinegéticas. Especies que unas cuantas personas con licencia pueden “disfrutar” matando. Las especies aquí incluidas tienen el honor de no ser recogidas en ningún, o prácticamente en ningún centro (amigos de AMUS hoy me acuerdo de cuando hace algo más de un año teníamos 4 zorritos en recuperación en el centro. Sois la excepción que confirma la regla).
Decido jugármela y me dirijo a El Viso a recoger el zorro. Cuando llego compruebo que es una cría de unos 2 meses de edad, que está muy asustado y que la pata delantera izquierda está muy inflamada y tiene una herida. Me lo llevo a mi casa sin saber muy bien qué hacer con él. Lo que sí tenía claro es que había que atenderlo como sea.
La persona que me dio el aviso, me da una buena idea, contactar con Peludos Los Pedroches (una asociación que se dedica a recoger perros abandonados). Les pido medicamentos y material para poder realizarle las curas que consideraba que necesitaba, pero ellos me ofrecen llevarlo al veterinario con el que ellos trabajan. Primera alegría, más para el animal que para mí.

El zorrito mientras es asistido.
Heridas en sus patas fracturadas.
Ya en el veterinario, le realizan unas radiografías que indican un pronóstico más grave de lo que aprecié en un principio. El animal tiene 3 fracturas, una de ellas con mucho desplazamiento, dermatitis por el pecho, y osteomielitis debido a las fracturas abiertas. Conforme oigo el pronóstico, se me cae el mundo. Pero ahí no acaba todo. El las radiografías se aprecian unos callos muy desarrollados, lo que nos indica que este animal llevaba casi un mes con estas fracturas. ¿Cómo pudo sobrevivir este animal? Pues muy claro, es un gran luchador. Se merece otra oportunidad. Si ha llegado hasta aquí, ya ha pasado lo peor.

Se pueden apreciar las numerosas fracturas que posee.
No os desvelaré el destino del zorrito. Sólo os digo que con muchas curas, antibióticos y una buena alimentación, el animal no sólo está en vías de una excelente recuperación para su posterior vuelta a su medio natural, sino que en apenas 10 días, el animal corre y salta como si no tuviera nada. Sorprendente, pero cierto. Un gran luchador, que aunque aún le queda mucho camino por delante, podrá volver a correr libre por el medio natural del que nunca tendría que haber salido.

Después de varios días, el aspecto del zorrito es mucho mejor
Después de varias curas y medicación, sus heridas están casi curadas.

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